viernes, 23 de septiembre de 2016

Reflexión 1: La Educación Prohibida

Este documental sobre la educación actual ha despertado en mí cierto rechazo hacia nuestro sistema educativo, ya que es cierto que tanto padres como docentes y demás profesionales se encaminan más hacia una propuesta educativa deplorable. Una idea de enseñanza en la que los alumnos no tienen ni voz ni voto. ¿Es este planteamiento aceptable sabiendo que estos chicos y chicas serán el futuro de nuestro país? Un saber tan importante como la enseñanza se encuentra organizado de forma poco atractiva: no solo en el sentido de estar creando “robots” humanos, sino que tampoco se les da la oportunidad de expresar sus emociones, sentimientos y experiencias sobre su propia educación.
Una característica fundamental, entonces, es el tener en cuenta la opinión de los alumnos, pues si la inmensa mayoría no está conforme con la estructura llevada a cabo en estas instituciones, ¿no nos deberíamos plantear una reforma educativa?
La competitividad, el adiestramiento, sobrevalorar las calificaciones obtenidas… son puntos que considero menos relevantes para tener en cuenta en los institutos: ESTO NO ES EDUCAR. Además, me ha parecido curiosa la comparación de la antigua educación en Esparta – una educación parecida a una instrucción militar – con la educación de hoy en día: quienes no rinden al 100% no podrán optar a la educación. No cabe duda de que dicho ejemplo dista en gran medida con lo que es “educar” en la actualidad, pero, si pensamos en los rasgos generales de este ejemplo: adiestramiento militar, disciplina, aprobación solamente de los mejores alumnos (y con mejores hago hincapié en la importancia exclusiva de sus notas)... ¿no os resulta familiar? La triste realidad muestra una sociedad fría e inhumana, que priva al ser humano de su característica más importante, que es la capacidad de pensar por sí mismo.
Al sistema no le preocupa el ser humano como individuo, y es aquí donde reside el error principal. Esto me hace reflexionar en la labor de los profesores. Estos no deben limitarse a enseñar, sino también a ser capaces de escuchar, entender y valorar a sus alumnos como individuos de nuestra sociedad. La creatividad, el interés y la voluntad que los niños y adolescentes presenten es un pilar fundamental que se debería apreciar más.
La cuestión que se plantea en el vídeo viene ligada al término “miedo”: ¿qué ocurre si estos cambios en el sistema salen mal?, ¿cómo podemos cambiar la mentalidad de la sociedad en este sentido? Una educación holística (frente a una educación desequilibrada) nos ayudaría a transformar a estos niños en individuos con opiniones, diferentes estilos y diferentes personalidades. Esta sería una educación más familiar y cálida por parte de los padres y maestros. Pero este cambio no es repentino, sino que tiene que llevarse a cabo paulatinamente con la ayuda no solo de padres, tutores o centros educativos, sino de la sociedad como un todo.
La imagen que os muestro abajo la encontré en la red social de Facebook Blog del Maestro para que se comprenda mejor que los profesores no solo deben ayudar a enseñar a los alumnos, sino que deben tener muchas otras cualidades para que estos estén preparados y con ganas de adquirir conocimientos de forma autónoma, por sí mismos, en sus casas y no solo en el aula.


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